(2007-2022)
La destrucción que significa la guerra nos deja sin respiración, enmudecidos. El ruido de los cañones oscurece el cielo, pisotea el canto de los pájaros, aplasta la risa de los niños. El hombre, de nuevo, matándose a sí mismo. Como inútilmente se dice, la cultura construye y la guerra destruye. Lo ennegrece todo. Nos acerca más y más a nuestro abismo oscuro. He dejado sin apenas luz esta serie de esculturas. Todas ellas, antiguas o recientes, más o menos conocidas, son portadoras de alguna tensión. Cuando esa carga tensional se resuelve en una obra de arte, nos enriquece y nos orienta, aunque nos aflija o nos duela. Sin embargo, ahora, con el horror de fondo, solo hay un apagamiento. He querido llevar las imágenes hasta el límite del no ser. Queda un leve residuo de luz. Me niego a la total desesperanza.
The destruction that war means leaves us breathless, speechless. The noise of the cannons darkens the sky, tramples the song of the birds, crushes the laughter of the children. The man, again, killing himself. As it is uselessly said, culture builds and war destroys. War blackens everything, bringing us closer and closer to our dark abyss. I have left this series of sculptures with barely any light. All of them, old or recent, more or less known, carries a lot of tension. When that tensional charge is resolved in a work of art, it enriches and guides us, even if it afflicts or hurts us. However, now, with the horror in the background, only a blackout occurs. I wanted to take the images to the limit of non-being. A slight residue of light remains. I refuse to utter hopelessness.