(1987-1996)
En los viejos relojes de pared figura a menudo, irónica y siniestra, la inscripción «Tempus Fugit». Más irónica y sinestra para un fotógrafo. Me pareció que sería bueno no olvidarlo, aunque la serie de María, mi hija, esté instalada formalmente en lo que parecen territorios amables.
On the old wall clocks the sentence «Tempus Fugit» is often written. It is a bit more ironic and sinister sentence for a photographer. It seemed to me that it would be necessary not forgetting it, although the series about Maria, my daughter, are formally installed in friendly territories.